Hugo Chávez somete a referendo su reelección indefinida
(EL Comercio)Este domingo los venezolanos deben votar la reforma constitucional que amplía los poderes del presidente
(Reuters) .- El presidente Hugo Chávez podría coronar su afán de gobernar a Venezuela hasta que se le "seque el último hueso", si su plan de reforma constitucional es aprobado el domingo en un referéndum que se anticipa reñido y en el que enfrenta por primera vez una contienda sin clara mayoría.
El militar retirado está en una frenética campaña por el "Sí" a la reforma, una opción que hasta hace pocos días aparecía en un "empate técnico" en las encuestas frente al "No", que promueven sus enemigos de cara a la consulta a la que están convocados 16,1 millones de electores.
Chávez asegura que las encuestas están manipuladas y que barrerá en las urnas con al menos 10 puntos de diferencia.
El último sondeo, que midió la intención de voto hasta inicios de esta semana, arrojó que el mandatario podría imponerse con una ventaja de al menos siete puntos.
También ha advertido que la debilitada oposición tiene un plan desestabilizador para el domingo en el que alegaría fraude cuando el organismo electoral, que sus adversarios aseguran está al servicio del mandatario, anuncie el triunfo del "Sí".
Chávez, que saltó a la fama con un intento de golpe de Estado en 1992, propuso extender el período presidencial de seis a siete años y eliminar los límites a la reelección, lo que para sus adversarios es una clara señal de que quiere "atornillarse" al cargo por mucho tiempo y controlar todos los hilos del poder.
No pocas veces en casi nueve años de Gobierno él mismo ha dicho que quiere ser presidente más allá del 2020 o hasta el 2031. En las marchas del oficialismo es común escuchar "Chávez hasta el 2000-siempre" o "Chávez forever".
REVOLUCION DENTRO DE LA REVOLUCION
El presidente de 53 años responde que la modificación legal no es para eternizarse sino para darle "rumbo y ritmo" a la revolución, para transferirle poder al pueblo y reafirmar la soberanía nacional; conformar un nuevo modelo productivo y económico y finalmente derribar la extendida pobreza.
La reforma también contempla reducir la jornada laboral, otorgar seguridad social para millones de empleados del sector informal, garantizar diferentes tipos de propiedad y darle al presidente el manejo de las reservas internacionales del Banco Central, al cual le será eliminada su autonomía.
Con las arcas rebosantes del dinero de las exportaciones petroleras y que han financiado millonarios programas sociales, Chávez ha mantenido altos niveles de popularidad pese a que incluso algunos de sus seguidores admiten fallas en su gestión.
"Esta reforma es una revolución dentro de la revolución, vamos por ella, no perdamos esta oportunidad (...) Es ahora o es nunca, para que no se vaya a desviar la revolución bonita la gran revolución bolivariana", dijo hace días al afirmar que votar por la reforma es votar por él y si no es traicionarlo.
Con un precio internacional de petróleo coqueteando los 100 dólares por barril, la economía venezolana cerrará el 2007 en expansión por cuarto año consecutivo, pero con una inflación de no menos de 16 por ciento que golpea los bolsillos.
El militar retirado ha denunciado que desde "el imperio estadounidense" están tratando de torpedear el referendo, desconocer su triunfo y hasta ha afirmado, como cada vez que se acerca una contienda electoral, que quieren asesinarlo.
¿Y SI NO GANA?
La reforma encara el rechazo de grupos de estudiantes, convertidos en protagonistas de la lucha política en ausencia de una oposición articulada; de empresarios, de la jerarquía de la Iglesia Católica y hasta de su de ex ministro de Defensa y compadre, Raúl Baduel, y su ex esposa Marisabel Rodríguez.
Entre un rosario de críticas se incluyen que la reforma le permitirá a Chávez expandir el estatismo económico, cercar a la economía privada, tener control político de la sociedad en el marco de un sistema autoritario, autocrático y militarista.
Además de dar la potestad al Estado de censurar a la prensa en declaratorias de "emergencia" nacional, la remozada carta magna también le da poder al mandatario de escoger a dedo a varios vicepresidentes.
Aunque asegura ganará por "knockout" admite que aún hay que batallar y hasta ha asomado la posibilidad de la derrota.
"En el supuesto negado de que no se aprobara esta reforma yo creo que no es que va a caer el Gobierno ni la revolución va a caer, no, sólo que sería sumamente difícil lograr la aceleración del proceso", dijo hace pocos días.
Declarado amigo y admirador del líder izquierdista, Fidel Castro, Chávez ha dicho que no quiere implantar en Venezuela un modelo similar al de Cuba y que si no gana la reforma dejará la presidencia en el 2013 para retomar su vida.
"Si no la aprueban, entonces le diré a Rosa Inés (su hija menor) espérame: quizás tengamos tiempo de hacer un salto en paracaídas dentro de cinco años y empezaré a hacer mis planes para entregar el Gobierno en el 2013", dijo.
No obstante, aclaró inmediatamente que su "amor" por Venezuela no podría dejar a su pueblo, al que dijo querer tanto como a sus cuatro hijos y tres nietos.
"Pero si ustedes quieren, y si ustedes lo aprueban, yo me quedaré con ustedes hasta que Dios quiera, hasta que se me seque el último hueso de mi esqueleto, hasta que se me seque el último rincón del cuerpo".
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